Presentación

El hombre está parado en el centro de sus percepciones. Escucha un eco, el sonido de un arroyo que va horadando la piedra. Una gota de agua cae en centro de su pecho y el hombre se transforma en sombra y cielo para cobijar el alma de los poetas…Y sorprendido por la metamorfosis ahora es canto y color, es música que ondula sus formas ya de por sí magníficas. Es un rostro y una textura que da sentido y cuerpo al lienzo, un pensamiento que se desnuda y muestra su sexo, el paisaje que diluye sus matices en el horizonte.Miramos nuevamente por la ventana metafísica, y el panorama se ha renovado. Es como si el artista en sus múltiples facetas se adueñara nuevamente del ojo mágico donde confluyen el misterio, una risa que rasga los espejos, el punto primordial donde todo renace para enseñarnos que la magia no es un juego de ilusiones para la vista.Y se pierde con el aliento perplejo, siempre niño, en la carne de sus musas; intenta hacerles el amor en ocasiones, otras una especie de violencia lo arremete para violar la impotencia de una hoja en blanco, o la virginidad de una roca…Es el revés de la moneda, donde los dioses intentan imitar la estatura de los hombres, padecer su sangre, entender la temperatura de su delirio…Es ni más ni menos que el ARTE, un vendaval que nos amontona en lugares insospechados…Gracias a todos por colaborar para que nuestra tarea siga adelante.
Carlos Vico Lacosta